sábado, 16 de noviembre de 2013

Happiness is a warm gum.

Lo mejor y peor de la felicidad es que la gente nunca es consciente de ella.
Sólo se dan cuenta cuando ya se fue, cuando vuelven a pasearse por sus recuerdos y se dan cuenta de lo bien que estaba todo aquella noche, de lo fácil que hubiese sido sonreír y dejar a un lado los dos detalles diminutos que le impedían disfrutar.

Pero peor que darse cuenta tarde de que fuiste feliz, es ser consciente mientras lo estás siendo.
Es un calor frío en el pecho, una melancolía prematura, un querer que te abracen mientras gritas para poder parar el tiempo y que todo siga así.
Porque no es tan difícil ser feliz.

Y a veces tú mismo te creas los obstáculos.
Ser quien eres nunca o casi nunca importa, porque la gente está demasiado ocupada consigo misma para ver tus defectos (y tus virtudes).
Así que todo el esfuerzo no importa, y fluir es tan sencillo como saber lo joven que eres, y poner todos tus sueños al principio de una noche.

2 comentarios:

  1. Darse cuenta que estas siendo feliz, y no poder evitar pensar cuanto va a durar, pensar que se va a terminar.

    ResponderEliminar
  2. A veces nos hacemos más daño imaginando situaciones, que con la realidad en sí.

    ResponderEliminar