sábado, 4 de agosto de 2012

Y conoces el final.

Me gusta pensar que muchas personas estarán leyendo lo mismo que yo en este preciso momento, en otros idiomas.
Y quizás subrayándolo.
A la vez que estoy sintiendo que ojalá conociera a Alguien, justo Alguien está pensando lo mismo.
Que esta emisora de radio suena y tú también estás bailando encima de la cama.
Yo camino con un pie delante del otro sobre un bordillo, y 13 millones de chicas de mi edad hacen lo mismo en otros lugares del mundo, seguro.
Que lloramos en la misma escena, estés donde estés.
There’s nothing you can do that can’t be done. Hay tanta gente haciendo las mismas cosas raras que tú haces y soñando con conocerte…
Por eso es un consuelo saber que no somos especiales.
Significa que estamos en una ciudad diminuta a una distancia de cien años luz, soñándonos mutuamente y haciéndonos señales con un espejo.

3 comentarios:

  1. Yo también pienso que alguien muy lejano hace lo que yo o es como yo, y tal vez puede que si, hay tantas personas en el mundo que puede que si.

    ResponderEliminar
  2. cautivador lo que escribiste. Me encanto. Y es tan cierto.

    Saludos, Nahuel.

    ResponderEliminar
  3. Yo también pienso eso a veces. En principio es algo reconfortante, aunque es un consuelo algo vacío, por decirlo de algún modo.

    A veces he hecho estupideces como quedarme hasta las 4 de la madrugada (Teniendo clase a la mañana siguiente) viendo mi serie favorita en directo a través de un streaming horrible; sólo por el hecho de sentirme parte del momento, se saber que hay cientos o miles de personas disfrutando de lo mismo en el mismo instante que yo. No sé, como una extraña conexión.

    Lo mismo cuando hay un eclipse de luna, por poner otro ejemplo.

    ResponderEliminar